Juan 17,1-5. Después de hablar así, Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: "Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú le has dado. Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera.
"Juan 17,1-5"
"Creo que queda clara la intención de Jesus, ahora bien, lo que falta por hacer es acopañarlo durante su camino hacia la cruz, y recuerda "hay que morir en Cristo para resucitar con Él".
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